Un baño para cada tipo de familia: Familia Vida
Hace unos años empecé a tener dificultades de movilidad, y es que al parecer la edad no perdona. Mi hija no estaba muy tranquila con alguno de los problemas a los que tenía que hacer frente, por eso me pidió que me mudase con ella y con su marido a San Sebastián. No pude decirle que no.
La verdad es que me dio mucha pena abandonar Madrid, mi ciudad, pero San Sebastián me ha conquistado. Es una ciudad preciosa y la playa es maravillosa. Desde que llegué al norte no he parado ni un momento de realizar actividades para mantenerme saludable.
He aprendido a vivir con mis limitaciones, por ello me he propuesto a estar siempre activa. Salgo de casa todos los días, ya sea para acompañar a mi hija al mercado a comprar y saludar a las vecinas o para reunirme con mi grupo de costura, donde ayudo a fantásticos jóvenes que quieren aprender a coser. No sé estarme quieta, soy como Chicho Terremoto. Siempre he creído que no hay que tener miedo en probar cosas nuevas de vez en cuando. Las nuevas experiencias nos mantienen vivos.
Debo admitir que mi hija y su marido me lo han puesto verdaderamente fácil desde que llegué. Antes de mudarme me reformaron el baño de la habitación para que fuera más accesible y funcional. No solo cambiaron la bañera por una ducha de cómodo acceso en la que poder sentarme, sino que también cambiaron el mueble del baño con su correspondiente lavabo para que tuviera todo a mi alcance. El mueble VIDA me permite almacenar todos mis enseres de la forma más cómoda posible.
Les debo mucho y cada día que pasa les muestro lo agradecida y feliz que estoy. Hacen que mi vida sea plena. Sin duda alguna mudarme a San Sebastián fue la mejor decisión.
Firmado la mujer terremoto.
Ramona Torres.