Un baño para cada tipo de familia: Familia Go On
Recuerdo como de adolescente, tumbada en la alfombra del salón de mi casa, devoraba con entusiasmo “La vuelta al mundo en 80 días”. Mi mente se transportaba a cada uno de lo lugares que Phileas Fogg marcaba en su pasaporte. Vibraba con las campanadas del Big Ben, ojeaba los libros de los buquinistas al borde del Sena, viajaba de Calcuta a Hong Kong en barco, recorría el Golden Gate en bicicleta, subía al Empire State Building gritando como King Kong y en Liverpool tarareaba “Yesterday” en cada paso de peatones.
Deseaba poder conocer mundo. Ese sueño lleno de fantasía fue lo que me dio la valentía para convertirme en piloto aéreo. No me imagino mi vida sin surcar los cielos y conocer lugares insospechados. Guardo recuerdos de todas las ciudades y personas que he conocido en cada uno de mis vuelos.
Adoro sentirme igual de independiente que Amelia Earhart, pero admito que llegar a casa y recobrar energía es necesario. Tras una ducha relajante, con jazz de fondo, me encanta desplegar todos mis tónicos faciales y cremas hidratantes sobre mi mueble de baño y empezar con los cuidados. Esos momentos donde me dejo empapar por un ambiente de vapor melódico mientras revivo mi última experiencia y realizo mis rituales de mimos son mi cargador de batería personal. No cambiaría ni un ápice de quién soy: Elena, piloto y aventurera a tiempo completo, ilusionada con la vida que me he forjado.
Firmado la Amelia Earhart del siglo XXI
Elena