El marketing y la comunicación, los grandes aliados de la igualdad de género
La lucha por la igualdad de género lleva disputándose mundialmente desde hace más de 100 años. Una batalla en la que numerosas mujeres han alzado su voz para reclamar los derechos, responsabilidades y oportunidades del género femenino, pero donde en diversas ocasiones no han tenido éxito. La voz de la mujer siendo silenciada ha sido lo habitual hasta ahora. La marea morada quiere conseguir lo opuesto: que sea escuchada como si de un altavoz se tratase. De ahí que surjan dudas sobre la igualdad de género.
¿Qué entendemos por igualdad de género? ¿La perspectiva de igualdad se aprende, se tiene o es únicamente propia de las mujeres? ¿Se trata de una moda, de una estrategia de marketing? Esta relación de preguntas aparece constantemente junto a comentarios sobre el significado del feminismo. Por ello, la realización de mesas redondas, conferencias y tertulias, donde las mujeres hablen sobre la igualdad de género, son necesarias para hacer frente a la igualdad entre mujeres y hombres, no solo ante la ley, sino también en la práctica.
Debido a ello, el pasado miércoles la Asociación de Empresarias y Profesionales de Valencia (EVAP) organizó una jornada bajo el título “La responsabilidad de las empresas: comunicación e imagen de la igualdad” en la que tuvo lugar una mesa redonda con empresarias y directivas valencianas del sector de la comunicación y marketing. Nuestra Directora de Marca y Comunicación, Astrid Santana, fue una de las participantes del coloquio donde se comentó lo importante que es que las mujeres tomen conciencia de sus valores en el mundo empresarial y hacer visible el talento femenino.
Debatieron sobre en qué medida el marketing y la comunicación son buenas herramientas para generar igualdad de género en las empresas y en la sociedad. Ambas áreas ayudan a impulsar el talento femenino, a resaltar los esfuerzos y valores de las mujeres, pero en ocasiones estas acciones de lucha para lograr la igualdad son utilizadas como un escaparate para dar una buena imagen de marca en forma de Responsabilidad Social Empresarial. Por suerte los consumidores y clientes están cada vez más concienciados con dicha causa y enseguida detectan la mentira, tachando a esas marcas como fraudes, reforzando así el mensaje de que la igualdad de género no se trata de una moda.
La perspectiva de género se aprende, y aunque todavía queda mucho por educar y por lograr, poco a poco son más los concienciados con la lucha. Se trata de una lucha que por mucho que tenga una ley que refleje la igualdad entre hombres y mujeres, hay que perseguirla para que verdaderamente se cumpla. Es un camino con mucho obstáculo, pero que con esfuerzo y persistencia se llegará al final.